sábado, 24 de octubre de 2020

Hoy está para leer... XXX

 ¡Wow! ¡Recomendación número 30! Gracias, gracias, gracias por haber llegado hasta acá conmigo. 

Hoy les traigo una nueva reseña del universo de Cazadores de Sombras, este magnífico mundo creado por Cassandra Clare. ¿Me acompañan?


"Lady Midnight" da inicio a la trilogía "The Dark Artifices", conocida en España y Latinoamérica como "Renacimiento", la tercera publicada dentro de las "Crónicas de los Cazadores de Sombras". Retoma la historia desde donde terminó en "The Mortal Instruments", y tiene como protagonistas a los personajes introducidos en "Ciudad del Fuego Celestial", que ya no son niños sino aguerridos adolescentes. Aquí les dejo la sinopsis. 

Este libro lo tiene todo, como Cassandra Clare nos tiene acostumbrados: romance, amistad, intriga, magia y mucha, pero muchísima, trepidante acción que no te deja respirar ni un segundo. Emma es una excelente protagonista: podemos ver claramente cuál es su motivación a lo largo del libro, identificarnos con sus miedos y dudas, y sentir que corremos con ella en cada batalla. La familia Blackthorn, a quienes conocemos mucho más a fondo en esta historia, nos hace sentir parte de su realidad cotidiana que, por más que sean nefilims, no escapa a las problemáticas que puede tener cualquier grupo de muchos hermanos de distintas edades, cada uno tan diferente del otro como podría imaginarse. Es prácticamente imposible no verse reflejado en alguno de ellos: ya sea en Julian, con su amor por el arte y su sentido extremo de nobleza y sacrificio; en Drusilla, con su afición por el cine de terror y su ser enamoradizo; o incluso con Mark, dividido entre dos mundos diferentes y sin saber realmente dónde pertenece. 

Además, y como en toda historia de Cazadores de Sombras, se arroja luz sobre temáticas de orden socio-cultural que de a poco van encontrando mayor cabida en el debate de la literatura: enfermedades psicológicas, diversidad de género, capacidades diferentes, diferentes clases de familias, entre otras, que nos llaman a una profunda reflexión mirando más allá de la ambientación de fantasía. 

"Ustedes son las dos mitades de un todo. Deben ser diferentes, como luz y sombra -él es la precaución para tu templar tu osadía, y tu eres la osadía para templar su precaución. Sin el otro, ninguno funcionaría tan bien. Eso es lo que significa ser parabatai".

"Cuando amas a alguien, se vuelve parte de ti. Está en cada cosa que haces. Está en el aire que respiras, en el agua que bebes, en la sangre en tus venas. Su tacto se queda en tu piel, su voz en tus oídos, y sus pensamientos en tu mente. Conoces sus sueños porque sus pesadillas te atraviesan el corazón y sus sueños bellos son también los tuyos. Y no piensas que esa persona sea perfecta, pero conoces sus defectos, la profunda verdad en su interior, y las sombras de todos sus secretos, y no te asustan: de  hecho, la amas más por eso, porque no quieres que sea perfecta. Simplemente la quieres".


Como punto extra, varios personajes de sagas anteriores de este universo hacen aparición en este libro: Magnus Bane, Alec Lightwood, Jem Carstairs, Tessa Gray, Clary Fairchild, Jace Herondale... Juro que cada una de las escenas donde los encontraba, o incluso cuando los mencionaban, mi lado fangirl gritaba de emoción. Lo mejor de todo: las siguientes entregas de la trilogía prometen darnos mucho más de todos ellos...

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