domingo, 23 de febrero de 2020

Dos Almas, Una Canción: La Génesis

Cuando leemos una novela, cuento o relato, casi nunca podemos evitar preguntarnos cuál fue la motivación del autor para escribirla, cómo surgió la idea principal y cómo fue tomando forma. Hoy quería compartir con ustedes los primeros pasos de "Dos Almas, Una Canción", dado que, y por increíble que aún me parezca, esta semana cumplimos UN MES desde su publicación. Parece una nimiedad de tiempo comparado con autores que llevan décadas publicando, pero para mí no deja de ser un hermoso logro.



Este camino comienza con los personajes. Matt y Mandy hicieron su primera aparición en mi cuaderno en 2014, como personajes de reparto en otra historia que luego no fue continuada por dos razones: falta de consistencia, tanto en su trama como en el resto de sus participantes; y otros proyectos que les robaron la prioridad. Pero por alguna razón, casi dos años después, un día en que hacía limpieza de la caja donde guardo todos mis materiales de escritura (borradores, historias completas, apuntes teóricos, etc.), esta parejita que disfrutaba cantar temas de Air Supply al piano inventando sus propias armonías saltó ante mi vista, y a partir de ese momento no pude dejar de pensar en ellos y en qué historia serían capaces de contar. Me mostraron su pasado y me encargaron crear su futuro.














Lo segundo fue la ambientación: ¿por qué elegí Liverpool?
La verdad sea dicha, por lo primero que se me ocurrió aventurarme en este lugar fue mi fanatismo heredado por The Beatles, quienes sin duda fueron los que pusieron a Liverpool en el mapa. Y luego, pensé que de todas las hermosas ciudades y pueblos que posee Inglaterra y el Reino Unido en general, esta pequeña urbe costera no ha sido demasiado vista en trabajos literarios comparada con su vecina, Londres. Cuando me puse a investigar, descubrí un sitio maravilloso, con una vida cultural que va mucho más allá de The Cavern y los bares de Matthew Street, por lo que no me quedó ninguna duda de que esta sería la ambientación perfecta para un romance entre un músico y una bailarina.

Lo último fue el estilo de narración. Desde el principio supe que esta era una historia para ser contada en primera persona. Además, venía leyendo un montón de novelas con narrador protagonista y estaba aprendiendo mucho sobre cómo utilizarlo.
En un primer momento, cuando escribí las primeras escenas sueltas, tenía solo los puntos de vista de Matt y Mandy, cada uno con su estilo particular. El de él, más sombrío e introspectivo, y el de ella más transparente y verborrágico.
Sin embargo, cuando me adentré más en la estructura de la novela, decidiendo más o menos qué acontecimientos se ubicarían en cada capítulo y otros detalles, fue cuando figuré que había otras voces que merecían ser escuchadas, en parte para que la historia terminara de cobrar sentido. ¿Cómo sabríamos por qué los padres de Matt están divorciados (no es spoiler) sin escuchar a su propia madre? ¿O quién sería la voz de la consciencia de Mandy mejor que su mejor amigo? Así, fui destinando un narrador (o dos) a cada capítulo, buscando sus voces y buceando también en sus propias historias...

Solo les anticipo que quedó mucho por decir al respecto de algunos personajes... :) :)











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