Todos los que disfrutamos de la escritura tememos a este invitado indeseado, sobre todo cuando, como en mi caso, el tiempo que podemos dedicar a escribir es escaso. Por suerte, existen muchas técnicas y consejos para superar el bloqueo, algunas de las cuales pueden verse ilustradas aquí:
Una de las claves es el descanso, lo cual no necesariamente es sinónimo de dormir. Cambiar de actividad, salir a caminar, dejar reposar el manuscrito son excelentes herramientas para que la mente relaje y pueda dar a bienvenida a pensamientos frescos.
Cambiar de ambiente también suele ayudar. Un ejemplo de mi propia experiencia son las cafeterías. Cuando escribir en casa no me funciona, elijo alguna cafetería tranquila (y donde pueda degustar un buen café con leche con algo dulce) y dejo que la atmósfera me inspire. En parte, esa costumbre se la debo a una de mis autoras favoritas, J.K. Rowling.
Siguiendo esta última frase, también me funciona recurrir a algún libro que tenga en mi biblioteca para buscar cómo otro autor ha expresado algo similar a lo que yo quiero escribir, ya fuese un sentimiento, una situación, un lugar, etc. ¡OJO! No busquemos esta salida para copiarnos, sino para inspirarnos, para buscar un punto de partida sobre lo cual podamos construir nuestro propio escrito.
En relación con esto, actualmente contamos con otras herramientas que pueden servirnos para buscar esa representación tangible de lo que habita nuestra imaginación: las redes sociales. Pinterest es una de las mejores respuestas en este asunto: ya sea que escribas poemas, relatos, ficción histórica o contemporánea, los miles de imágenes, "prompts" de escritura, frases y artículos que habitan allí pueden organizarse en tableros temáticos a os cuales podemos recurrir cuando nos amenaza el bloqueo.
¡Espero les haya servido toda esta info! ¿Tienen su propia estrategia anti-bloqueo? ¡Los leo en los comentarios!
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